martes, 20 de marzo de 2018

Micro-Microcuento #54

Después de muchos años de desarrollo y con la ayuda de un extraño personaje que basaba sus cálculos en algo más que el mero hecho de que todo fuera... conseguimos interpretar el idioma de perros y gatos, una vez desciframos uno de los dos todo parecía coincidir, la fonética se basaba en una parte específica dentro de... que generaba el sonido diferencial que una vez descompuesto era normal hasta para nuestro propio oído, pudiendo modular entre todas las especies del Planeta Tierra.

Vivíamos en el sumun de la democracia, participación en cualquier ámbito, todo es cuestionable, inmediatez de acción:

- Dentro de la premisa de que toda opinión es válida, teníamos que intentar escucharles a ellos también, los animales. Esto a veces generaba la necesidad de reducir ciertos grupos para conseguir la aprobación de ciertas leyes, al ser animales todavía no los teníamos en cuenta. La generalización les impedía conseguir lo que querían al verse reducido su poder, a más actores el reparto es más pequeño.

- Por otro lado la necesidad de entender el cambio climático, o la propia extinción de la humanidad dentro del ciclo de la naturaleza y no perecer en el proceso, nos hacía ser participes de parte del problema y a la vez la solución.

- Algunos creían que sería como escuchar a los viejos chamanes: "Todo tiene que pasar, no malgasteís fuerzas en lo que no podeís controlar."

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