domingo, 14 de enero de 2018

Micro-Microcuento #53

Todo empezó un día leyendo una noticia sobre una conspiración rara por culpa del reconocimeinto facial, tenía su gracia, al lado había una publicidad sobre montar tú propia empresa y te decían que les contaras tú idea. Busqué la web en internet, rellené el formulario más o menos cómo me pedían y lo mandé.
Cinco días después y sin esperarlo mientras estaba en casa, sonó el teléfono con un número raro. Me comentó más o menos cómo funcionaba la reverberación de recogida y quedamos un día para hablar más del tema en una charla.

Eme aquí un año después, parecía que iba bien y a la gente le gustaba, vendíamos camisetas sin logo o frase alguna, simplemente se diferenciaba del resto en la tela, era especial para evitar que el efecto se viera mal, todo convergía en una app de realidad aumentada, de este modo podías ver publicidad basada en tús gustos sobre la gente, no a todo el mundo le gustaba ser un banner con patas, pero para empresas, tiendas, centro comerciales, etc. Sí, era más el público objetivo, partíamos de que cada uno pudiera ver lo que quiere ver sin necesidad de ciencia ficción.

El siguiente paso era trabajar sobre cómo hacer para que lo que piensas fuera lo que verías sin necesidad de teléfono móvil, la propia camiseta te lo mostraba, lo anterior ya era un poco de entrelazamiento cuántico, ahora un montón de gente podía mirar una camiseta y ver cada uno una cosa distinta, ésto si que era una superposición perfecta, esto se relacionaba con la primera conspiración....